La lluvia puede ser divertida, sobre todo saltando charcos para salpicar, pero si te pilla en casa ajena y encima con tormentas que cortan la luz, pues igual no lo es tanto. O sí, depende de a quién tengas alrededor y los cuentos que se sepa. El bis Ramón y la abuela Amparo sí que se saben algunas historias de misterios y persecuciones. Vamos, estás a tiempo de unirte y descubrir cómo las tardes de lluvia pueden llegar a ser apasionantes.