El miedo a parir es como subirse a una atracción de feria: es algo que da miedo, da respeto, impresiona, y que, una vez se está viviendo, presenta dos alternativas: vivirlo con miedo y pasarlo muy mal o disfrutarlo. En el momento en que te encuentras en la cima de la montaña rusa, con el corazón latiendo con fuerza y la incertidumbre llenando tus pensamientos, tienes la opción de cerrar los ojos y soportar el trayecto con temor, o abrirlos, sentir el viento en tu rostro y dejar que la emoción te llene de una sensación de libertad y alegría.El don de parir es una guía para disfrutarlo: te ofrece las herramientas y la comprensión necesarias para elegir disfrutar de este viaje único, transformando lo que podría ser una experiencia aterradora en una de las vivencias más gratificantes y memorables de tu vida.