La historiadora Jordina Sales repasa la deslumbrante historia medieval de la península ibérica, en un paseo histórico sin igual entre influencias visigodas, árabes, románicas, góticas y mudéjares. La mítica batalla de Guadalete en el año 711 y la expulsión del sultán nazarí Boabdil de la ciudad de Granada en 1492 delimitan el intenso periodo medieval en la península ibérica. A lo largo de esos casi ocho siglos, la antigua Hispania romana se transformó en el rico y floreciente Al-Ándalus musulmán, bastión cultural incuestionable que iluminó a Europa con sus filósofos, médicos e historiadores. Sin embargo, la península de la época medieval no era un territorio homogéneo y su historia es tan convulsa como fascinante. Desde el norte, los reinos cristianos nunca dejaron de disputar el control del territorio ibérico al califato Omeya y a las taifas después, hasta que expulsaron a musulmanes y judíos del nuevo reino unido de Castilla y Aragón, a las puertas del siglo XVI, mientras el resto de Europa se iluminaba en pleno Renacimiento. El legado de este periodo sin igual es una impresionante mezcla de herencias goda