Es una novela que muestra las vísceras del negocio del fútbol, la cara que el aficionado no ve, alejada de las emocionantes jornadas bocata en mano viendo jugar a su equipo. La novela nos desvela un escenario despiadado, en el que los jugadores son fichas de ajedrez en manos de dirigentes cada vez menos profesionalizados, donde priman los intereses personales por encima del Club y aficción, y donde las mafias amenazan cada vez más la integridad del fútbol como deporte, terminando por convertirlo en un mero instrumento para llevar a cabo otros negocios muy alejados de lo deportivo.