Un hiver à Majorque (1842) narra la estancia de George Sand y su compañero, el compositor Frédéric Chopin, en la isla de Mallorca durante el invierno de 1838. Buscando escapar de sus problemas personales y encontrar un refugio para la salud de Chopin, ambos se instalan en la Cartuja de Valldemosa. A través de la mirada de Sand, el relato ofrece una inmersión en la vida local de Mallorca, en sus costumbres, su gente y un paisaje que, a pesar de su belleza, también resulta desafiante debido al clima y las dificultades de la isla. A lo largo de la obra, Sand reflexiona sobre su relación con Chopin, su amor, la fragilidad de la vida y los efectos del aislamiento en la creación artística. El libro se convierte así en una crónica de viaje que explora no solo la isla, sino también la lucha interna de sus protagonistas.