Hace mucho tiempo, el emperador de China regaló a su homólogo japonés un oso panda gigante como un símbolo de paz. Para cuidarlo, los miembros de la corte de Takenoko deberán crear un jardín de bambú y mantenerlo con la ayuda del jardinero imperial.
Juntos tendrán que intentar controlar el hambre que este voraz animal siente ante la presencia ¡de un tierno y jugoso brote de bambú!