Si no te has sentado en todo el día, por fin ha llegado tu momento: quítate los zapatos, relájate y respira hondo, que te has ganado un momento de desconexión y de ponerte en modo avión. Así que ¡fuera luces y dentro vela! Ahora sí que sí. Deja que su aroma te envuelva, llene la casa de paz y te lleve a esos mejores recuerdos durante tus últimas vacaciones, las sobremesas con amigos que se van de las manos o las noches de sábado sin levantarse del sofá.