Son cuentos de Navidad escritos desde la ternura, desde una ironía no hiriente, desde un humor amable que busca las vueltas al lado frívolo y pone brillos en el lado más oscuro y triste. Son cuentos para sonreír, para imaginarnos en las variopintas situaciones que se describen y que seguro que nos evocan a otras muchas vividas por cada uno.