Francisco Barajas ha dedicado este poemario a los bosques en toda suamplitud semántica y espiritual:
lugares inmóviles o viajantes,conceptos de enorme intimidad en los que los cuerpos recuerdan sunaturaleza y los espíritus aprenden a encontrarse a símismos.
?Amarte despacio, como ama el aire al bosque,arrebatadamente apasionado, tan vehemente o fiero
como un ciclón.?