Marco se muda de Barcelona a Salónica, junto a su pareja Ish,
para colaborar en la crisis de refugiados griega. Allí conoce a Ana,
una vecina anciana, exiliada del franquismo, que le introducirá
en un mundo de cartas, canciones e ideales, iniciándolo en un
viaje a través de la memoria y el amor.
Salónica, como daimon o destino, juega aquí el papel de un
semidios, mediando entre lo divino y lo terrenal, tejiendo
encuentros entre parejas y amigos, artistas y refugiados,
voluntarios antifascistas o humanitarios, en diferentes épocas
y procesos migratorios alrededor del Mediterráneo.
Una novela que mira al pasado para entender el presente,
honrando a quienes nos preceden en la búsqueda de justicia,
libertad y sentido, y nos abren un camino de bello y arduo
devenir.