Los psicofármacos actualmente se están utilizando de forma indiscriminada y perjudicial para la salud mental de adultos y niños.
La psiquiatría actual, con la falta de validez y fiabilidad de sus diagnósticos y con su excesiva sobremedicación con psicofármacos, está creando una epidemia psiquiátrica. Esta epidemia se basa, en gran medida, en los intereses de la poderosa industria farmacéutica, y de la psiquiatría y su afán de suministrar psicofármacos sin valorar suficientemente sus efectos secundarios y la posibilidad de convertir en "enfermas crónicas? a estas personas si los toman a largo plazo.