No disfruta matando, no las daña, no las hace sufrir. Ni siquiera
las toca. Solo quiere enseñar a esas menores cómo
deben comportarse.
La subinspectora, Jana Balmes, recibe una llamada anónima.
Un hombre con voz distorsionada la reta a que lo
detenga antes del fi n de semana; solo así podrá evitar que
aparezcan otras dos niñas muertas. Ella teme que sea el
mismo asesino que, doce años atrás, mató a su hermana
Lorena. Un asesino meticuloso y astuto que jamás deja
huellas. En los medios de prensa lo llaman «el asesino invisible».
Jana y sus compañeros, que conocen a fondo los
detalles de cada muerte, se refieren a él como «el asesino
del 9».