Allí apareció, espada en mano, Conan el cimerio, de pelo negro ymirada taciturna, ladrón, saqueador y asesino, tan desbordante demelancolía como de júbilo, dispuesto a hollar con sus sandalias losengalanados tronos de la Tierra.
Vista previa: EL DIABLO DE HIERRO. LAS CRÓNICAS NEMEDIAS II
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