Rudolf y Konrad son los huérfanos a que alude el otro título de esta novela: "Der Gefängnisarzt oder Die Vaterlosen" (El médico de la prisión o Los huérfanos), dos hermanos cuyas vidas vienen marcadas por el viaje al final de la noche de uno y la tormentosa odisea para rescatarlo del otro. Rudolf, un Goldmundo adicto a la cocaína y a las malas compañías, en fuga tras un tiroteo con la policía y principal sospechoso del asesinato de Jacob Zollikofer, antiguo industrial de guerra e importante comisionista del Estado. Y Konrad, un Narciso obligado a encarnar la figura del padre ausente, en dolorosa lucha consigo mismo y con sus seres queridos por encontrar un camino que, en palabras de Hermann Broch, lo lleve «desde lo intrincado e inexplicable hacia lo claro». Publicada en 1934, "El médico de la prisión" de Ernst Weiss (1882-1940) es tanto un informe sobre los bajos fondos del Berlín de la hiperinflación y el ocaso de Weimar (aunque hay quien piensa que pudiera ambientarse en Breslavia; el autor solo se refiere a la ciudad con la inicial B.), como una investigación criminal, un procedimiento legal, una crónica