De muchos jirones de la literatura de viaje, o del viaje de la literatura, está hecho el bien documentado y mejor escrito libro de Fabio Martínez. Le bastan siete capítulos, que son de igual manera siete paradas de caminante ?su prosa fluye con un sentido viajero? para cumplir un periplo por nuestras letras.
El inefable Maqroll, el viaje dantesco en el Mambrú de R. H. Moreno-Durán, el arribo del colono en La otra raya del tigre de Pedro Gómez Valderrama, los pasos de un Viaje a pie con el ojo despierto para los pequeños acaeceres en la obra de Fernando González, las huellas de nuestro Ahasverus, una suerte de judío errante, Barba Jacob, a través de los pasos clonados por Fernando Vallejo, las injustamente olvidadas novelas y relatos de Echeverri Mejía, la monologante Genoveva Alcocer de La tejedora de coronas de Germán Espinosa, el último viaje de Bolívar en Las cenizas del libertador de Cruz Kronfly.