Bernardo Bédavo es un joven inspector de policía en la España
de 1978 que vuelve, tras varios años fuera, a su pueblo natal,
El Entrego, en la profunda cuenca minera asturiana, donde
se acaba de inaugurar una nueva comisaría. Trabajando entre
policías a la antigua usanza y guardias civiles molestos por la
pérdida de competencias, Bernardo tratará de emplear nuevos
métodos policiales que no son del todo comprendidos a
su alrededor.
En este marco, unos sucesos, que parecen a primera vista
muy comunes, captan la atención del policía y le hacen pensar
en la posible existencia de un tipo de asesino muy poco
estudiado en aquel tiempo por la policía española: un asesino
en serie.
La búsqueda de ese asesino, ayudado por un antiguo amor de
juventud y por un policía uniformado al que acaba de conocer,
es el motor que mueve toda la acción, mientras el particular
entorno minero de la época es un fondo que envuelve y empapa
todo lo que sucede.