Sucede todos los días, a todas horas. Las personas enferman y mueren. Sin embargo, no estamos preparados para que nos suceda a nosotros, a nuestra familia. Vivimos de espaldas a la muerte. Mi madre fue diagnosticada con un cáncer terminal en el verano del 2018. Escribir este diario me sirvió de terapia. Por el camino, encontré a otras personas que me ayudaron con sus historias, sus duelos particulares, o simplemente escuchándome. Este libro también es un homenaje a mi madre, a su vida, al coraje y la dignidad con los que enfrentó su enfermedad y su muerte. In memoriam.