Esta guía y narrativa de viajes surgió cuando en abril de 2010, y en plena crisis económica, Islandia tuvo que hacer frente a un volcán que le paralizó su principal fuente de ingresos, el turismo. Por este motivo un geólogo se fue a Islandia durante el verano de 2010 e invierno de 2011. El objetivo era buscar respuestas a muchas dudas surgidas sobre el culpable de todo aquello, el impronunicable Eyjafjallajokull, un cráter cuyas cenizas paralizaron todos los aeropuertos europeos.