Granjero Pérez daba vueltas y más vueltas en la cama, pero no podía dormir: ¡Se había olvidado de tomar su vaso de leche! Se levantó con la idea de ir a ordeñar la vaca, pero aquella era la noche de los cambios y, cuando llegó al establo, encontró?Con este álbum, los niños se acercan a los animales de la granja de una manera distinta y divertida. Con una propuesta de texto sencilla, pero lúdica e imaginativa, el libro se apoya en la complicidad de la imagen para provocar la curiosidad, la sorpresa y, finalmente, la sonrisa.