«...una nieve parece volver a caer, es la única
rosa blanca y nueva del invierno, en su
serenidad -no se ha visto como sincera si
considerada como tal- una comprensión no
nacida, -véase la piedra partida y el trigo
hiriente- su sueño súbito.
El invierno le depara a su sublime figura
arcaica, -véase también como- no nacida.»