Transcurría el año 2011 cuando una asociación
de belenistas de El Puerto de Santa María me en-
cargo con urgencia un cuento navideño para su
revista anual.
Con esos folios, mucha imaginación y doce meses
por delante, escribí esta novela.
Está ambientada en la época de Juan II de Castilla,
padre de la reina Isabel la Católica.
Es la historia de un niño lisiado que habla con las
estrellas.
La sensibilidad de algunos capítulos, hacen llorar
al lector. Yo, cada vez que la leo, lloro.
