Lavine es una tía de diecisiete años que odia al mundo por encima de
todas las cosas y sueña con escapar de la madurez impuesta junto a sus
colegas. Tías sin pelos en la lengua de las que sueltan tacos y no
cruzan las piernas, quienes des cubren un mundo injusto lleno de malos
tratos y abundancia de gilipollas.
En su última noche juntas brindarán por el delirio, a insurrección y la
desobediencia. Un libro creado para rebeldes susceptibles a la escritura
porque suena demasiado pedante o porque cuesta un huevo empatizar con
personajes de dialéctica culta y palos metidos por el culo.
Un reflejo de lo que fue la generación del 2000 y en lo que nos hemos
convertido.