La televisión engaña, y lo peor es que interrumpe y aborta el crecimiento interno para que no se produzca un despertar a la vida en general.
La televisión atonta porque lo que enseña es tan mediocre que asusta. Ver la televisión perjudica si no eres consciente de esta realidad, los expertos te lo demuestran con sus extensos estudios científicos, te advierten que las neuronas sin aliciente acaban muriendo, y que tener la mente en forma es cuestión de mantenerla en activos como son la lectura y otros medios como la meditación.