El autor de este libro, Francisco Santos, maestro, se ha propuesto contar con amenidad, convencimiento, sencillez y desparpajo algunas anécdotas del mundo de la escuela de su infancia.
Una escuela amable, con un profesor machadiano, respetuoso y sensible, que no está sometido a los extravíos de los diseños curiculares y donde los niños no son ni malos ni buenos, sino que actúan y piensan como los niños de todas las épocas.
Intriga, humor, ternura
¿Una película dices? Pues no; estoy hablando de la escuela. Sí, sí. La escuela. ¿Qué no es posible? La escuela tiene eso y mucho más. Y si no me crees, lee.
Lee y luego me cuentas.