El fluir del agua equivale al fluir del tiempo que siempre avanza. «Avanzar con un atado de recuerdos
/ bajo el brazo». En el poema «Memoria de agua» que da título al poemario, afirma que «el agua va,
pero nunca vuelve / de su destino alegre». Aquí viene Heráclito quien nos dicta que «en la vida todo
fluye» y no podemos tocar la misma agua en el correr de un río.