Juega el autor con el concepto de absoluto mediante el examen de elementos espacio-
temporales. El poeta emplea una técnica de escritura libre, sustractiva y micro-poética;
de estilo denso y ritmo oscuro. Para hablar del lenguaje en sí utiliza como
metalenguaje el silencio; la negociación entre un color y sus sombras; la luz y la
oscuridad. Esta sintaxis extraña, que parece no decir nada, crea las condiciones para
que el lector reconsidere los colores de las palabras; un juego de significantes y
significados que parece herencia de la obra post-tractatus de Ludwig Wittgenstein,
donde la definición de una palabra a través de otras lleva a una regresión ad infinitum.
Asun López-Varela Associate Professor Facultad de Filología. Universidad Complutense
de Madrid