Misivas del desvelo se erige como el paso lógico tras Visiones del refugio azul, en cuyo final se confunden el encuentro con el amado y con una misma. Esta vez no se cuenta una historia, ni un pensamiento, se establece un diálogo cuyos partícipes quedan difusos, a la espera de la verdadera respuesta, el intento de romper la incomunicación con el otro, con el mundo y con el alma, cuyo único fin es volver a hallar el camino, la paz, entre todas las interferencias.