Esa es la lección que aprenderá Áspero, el
protagonista de esta novela, un agudo relato de terror
psicológico que se hunde, despacio pero sin pausa, en una
vertiginosa espiral donde el caos sustituye cualquier noción de
orden.
Un hombre escribe una carta que dirige a sí mismo. Es
un hecho en apariencia simple, pero encierra tantas consecuencias que
nadie que no haya leído Náufragos puede
preverlas. En esta historia nada es lo que parece, y un hecho en
apariencia nimio puede traer consecuencias insospechadas. Náufragos
se lee de un tirón, porque no podemos evitar la curiosidad que
embarga tras la lectura de sus primeras páginas.
¿Qué está pasando aquí?
¿Quiénes son los misteriosos comunicantes del
protagonista? ¿Dónde va a parar la gente desaparecida en
la ciudad? La respuesta, en Náufragos.