¿Mis raíces están bajo tierra o tal vez como ocurre con los Baobab hayan subido al cielo?. Sea como fuere, es necesario cuidarlas y tenerlas presentes. En ocasiones nos enterramos en una profunda tristeza al recordarlos pero, a su vez, nos harán más robustos y crecer buscando el sol. Este es el fruto de ese árbol: Una mezcla entre elegía y oda a la vida y a la muerte.