Los poemas de Armando Lozano nacen de la constatación de la fea época que nos toca vivir y de su natural rebeldía para no aceptarla sin más. Los versos que piden a gritos nuestra observación reflejan su propia lucha interior por situarse ante esa realidad. Desde la esperanza en muchos momentos a la claudicación en otros o al abandono en las manos del Altísimo, como a él le gusta decir.
Con su propuesta revolucionaria de Amor puro y de belleza, Armando pone de relieve el valor del poeta que hoy canta al mundo con la libertad del que nada tiene que perder, porque ya lo tiene todo: la Nada infinita.