En este libro, el autor invita al lector a introducirse en un ambiente rural necesariamente austero e ingenioso para poder sobrevivir la difícil situación del reciente final de la guerra civil española en el pueblo valenciano de Vila-real.
Dos familias vecinas se ayudan mutuamente en la tarea de rehabilitar la vivienda de una de ellas asolada por las bombas y en las labores de recuperación de las tierras que cultiva la otra
En este tiempo de imposiciones, carencias y estraperlo, Clarisa y Jacinto, jóvenes de ambas familias, descubren su amor bajo la influencia de la belleza asilvestrada del entorno del barranco de Malvestit, en una zona de media montaña en la que se sospecha la presencia del maquis.
La epidemia de «peste blanca» compromete la salud de Clarisa, como la de tanta gente de la época, y es recluida en el sanatorio antituberculoso de Vila-real, donde pasa un tiempo en situación de desesperación creciente y miedo a la muerte.