Tránsito es un libro de inviernos esperando su primavera, de guerras en las ciudades y en el amor, de gatos que contemplan una ventana y parecen comprender la vida y la muerte. Este poemario explora la transitoriedad de la vida y las transformaciones personales. A través de metáforas que abrazan otras formas artísticas, como la pintura, el cine o la música, así como las relaciones humanas y las reflexiones existenciales, el autor teje una narrativa poética que aborda emociones profundas, la creatividad como
fuerza vital, y la autoconciencia. Cada poema ofrece una mirada íntima a la fugacidad del tiempo y a la complejidad de la experiencia humana, creando una obra poética rica en simbolismo y reflexión.