TRAS LA VERJA AZUL, obra de juventud del poeta Iván González, congelada años en un cajón, tras la obtención de este premio, al fin sale a la luz, siguiendo la estirpe de la mejor tradición viajera autobiográfica. Decenas de países de cuatro continentes donde se refleja el élan vital de un viajero que contagia en cada párrafo al lector ese acto taumatúrgico de descubrimiento de una realidad extranjera. En su entusiasmo siempre parece que asoma su mirada a los perfiles de las cosas por primera vez, como si lo único que quedase estático y extático en el tiempo fuera esa catarata de vida, esa estampida del lenguaje donde el tiempo no pierde su ímpetu.