No hay plan perfecto -o eso dicen-. Diego Rodríguez, el Soñado, es unladrón de los de antes. Su código moral le impide usar una violenciaque entre los delincuentes mexicanos representa el pan de cada día.Cansado de su vida criminal, decide realizar un último atraco yretirarse. Escoge una bucólica provincia para atracar un banco ydesaparecer más tarde en la playa. Siguiendo los consejos que le dabasu padre, Diego se dispone a ejecutar un plan perfecto, ignorando quelos planes perfectos lo son hasta que se ponen en práctica. En elcamino se encontrará con un ladrón de joyas, un pintoresco diputadotlaxcalteca, un aprendiz de narcotraficante, un par de sicariosnorteños y un peculiar taxista que una y otra vez pondrán en peligrosu anhelado retiro. Iván Farías, uno de los narradores con mayorproyección del panorama noir, demuestra con agilidad e ironía que «nosolo de narcos vive la novela negra en México» y que en un mundoglobal, un simple atraco puede acabar conectando con las