Esta novela refleja un momento histórico, a caballo entre siglos XVI y XVII, que cuenta la historia de una razia de los piratas berberiscos sobre el extremo norte del Reino de Valencia, que deviene inevitable, a pesar de la intervención preventiva de los monjes de un monasterio cercano; y la de un joven morisco, Zayan, que sufre una autentica odisea, él y su familia, por la expulsión decretada por Felipe III.
Llegados a África, su destino, emprenden una autentica peregrinación hasta llegar a Marrakech, donde se asienta la familia. Convertido en un respetable comerciante, Zayán recorre el norte de África para acabar volviendo a la península e intentar reencontrarse con su amada.