Llenos de curiosidad, los jugadores apartan los trastos del destartalado desván. Pero, espera ¿qué es eso? Debajo de los viejos objetos, aparecen monstruos hambrientos. Aquél que se mantenga alerta y recuerde dónde se encuentran los monstruos hambrientos podrá dibujar en sus bocas. Pero, cuidado: los monstruos que ya hayan comido os espantarán con un terrible eructo y saldréis corriendo hacia la salida. ¿Quién conseguirá quedarse en el desván?